jueves, 3 de junio de 2010

LA IMAGINACION Y LA CREATIVIDAD

¿En qué se basa la imaginación?
La imaginación es necesaria porque cumple unas funciones que se centran en el papel de representación de experiencias vividas. la imaginación es capaz de representar escenarios, personajes, objetos, e incluso, emociones. de ahí que un niño sea capaz de visualizar y vivenciar los personajes de un cuento, un teatro.

Nos quedaría hablar de la evolución de la imaginación. es difícil decir el momento en que la imaginación aparece en el niño. es necesario esperar a la aparición del lenguaje para empezar a hablar de imaginación ya que se precisa del habla para comprender los primeros dibujos u otras manifestaciones de la conducta infantil.

Al principio aparece una incipiente imaginación reproductora juntamente con la percepción y la memoria. esto lo afirmamos porque es la explicación de que un niño rehúya un determinado alimento ya que es capaz de imaginar su sabor y/o olor basado en experiencias pasadas. la imaginación creadora exige de mayor complejidad madurativa. este tipo de imaginación se basa fundamentalmente en la imitación del adulto y será más elemental en ambientes poco estimuladores y más rica y refinada en ambientes socioculturales elevados.

Especial importancia e influencia tiene la televisión y los nuevos juegos informáticos en la imaginación reproductora del niño ya que por imitación es capaz de emular y reproducir ciertos comportamientos violentos que los manifiesta hacia compañeros y objetos del ambiente más inmediato: calle, escuela, casa, etc.

¿En qué se diferencia la creatividad de la inteligencia.?

La creatividad se ha definido como el proceso de dar a luz algo nuevo y útil a la vez. La inteligencia, se define como la habilidad para adaptarse voluntariamente, para moldear o para seleccionar un entorno (STERNBERG 1985a). Aunque existen muchas otras definiciones tanto de la inteligencia (vid. “Inteligencia y su medición”, 1921; STERNBERG & DETTERMAN, 1986) y de la creatividad (vid,.GLOVER, RONNING & REYNOLDS, 1989; POLICASTRO & GARDNER, cap. 11 del Manual citado supra; ROTHENBERG & HAUSMAN, 1976; STERNBERG, 1988), estas definiciones tienden a compartir al menos algunos elementos de las definiciones citadas.
De acuerdo con GETZELS y CSIKSZENTMIHALYI (1972), la creatividad y la inteligencia pueden ser diferentes procesos y la inteligencia puede entrar en funcionamiento en muy distintos grados según el campo creativo en que nos empleemos. Por ejemplo, puede que no se necesite una gran cantidad de inteligencia para ser un artista creativo, pero sí para ser un Premio Nobel de Física. También se puede añadir que la creatividad también aparece en distintos grados en los diferentes campos de comportamiento inteligente.
la propuesta de un conjunto de inteligencias de Howard GARDNER (1983, 1993, 1995) en su teoría de las múltiples inteligencias (MI).
Según GARDNER, la inteligencia no es una entidad unitaria sino más bien una colección de ocho inteligencias diversas. Según esta perspectiva, las personas pueden ser inteligentes en una amplia variedad de modos. Por ejemplo, un poeta es inteligente de un modo diferente al de un arquitecto, quien a su vez es inteligente de una manera distinta a como lo es el bailarín. Además, estas inteligencias pueden utilizarse en una variada gama de formas que incluyen pero no se limitan a las formas creativas. Así, el funcionamiento creativo es un aspecto (un subconjunto) de las múltiples inteligencias. Las ocho inteligencias son a) lingüística (para escribir un poema o un relato breve), b) lógico-matemática (para solucionar un problema o demostración de matemáticas) c) espacial ( para “entender el mapa” en una ciudad desconocida, d) corporal-kinestésica ( para hacer deporte o bailar) e) musical (para componer una sonata o tocar el cello), f) interpersonal (para encontrar el modo eficaz de relacionarse con los otros o entenderlos) g) intrapersonal (para conseguir entenderse a uno mismo casi completamente) y h) naturalista (para ver los patrones complejos en el entorno natural).
GARDNER (1993) ha analizado las vidas de siete personas que realizaron muy creativas aportaciones en el siglo XX, cada una de ellas especializada en una de las siete inteligencias múltiples: Sigmund FREUD (intrapersonal), Albert EINSTEIN (lógico-matemática), Pablo PICASSO (espacial), Igor STRAVINSKY (musical), T.S.ELIOT (lingüística), Martha GRAHAM (corporal-kinestésica) y Mohandas GANDHI (interpersonal). Charles DARWIN sería un ejemplo de persona con inteligencia naturalística extremada. GARDNER señala, sin embargo, que la mayoría de esas personas tenían realmente talento en más de una sola de las inteligencias indicadas, y que también eran notablemente débiles en otras (p. ej., la inferioridad de FREUD en las inteligencias espacial y musical).
Aunque la creatividad puede entenderse en términos del uso de múltiples inteligencias para generar ideas nuevas o incluso revolucionarias, los análisis de GARDNER (1993) van más allá de lo meramente intelectual. Por ejemplo, el autor indica dos grandes claves en la conducta de esos gigantes creativos: suelen tener una matriz de apoyo en el momento de sus descubrimientos creativos, y tienden a mantener un “pacto fáustico” a través del cual renunciaron a muchos de los placeres que la gente obtiene de la vida para llegar al extraordinario éxito en sus carreras.
GARDNER sigue luego a CSIKSZENTMIHALYI (1988, 1996) en la distinción entre la importancia del dominio (el cuerpo de conocimientos en un área particular) y el campo (el contexto en el que ese cuerpo de conocimientos se estudia y elabora, incluidas las personas que trabajan en ese dominio, como los críticos, editores, y otros “gatekeepers”). Ambos elementos son importantes en el desarrollo y en último término, en el reconocimiento de la creatividad.

¿El juego infantil se relaciona con la fantasía.?

El juego desde estas perspectivas teóricas , puede ser entendido como un espacio, asociado a la interioridad con situaciones imaginarias para suplir demandas culturales (Vigotsky), como un estado liso y plegado (Deleuze), como un lugar que no es una cuestión de realidad síquica interna ni de realidad exterior (Winnicott), como algo sometido a un fin (Dewey); como un proceso libre, separado, incierto, improductivo, reglado y ficticio (Callois), como una acción o una actividad voluntaria, realizada en ciertos límites fijados de tiempo y lugar (Huizinga) . Desde otras perspectivas, para potenciar la lógica y la racionalidad (Piaget), o para reducir las tensiones nacidas de la imposibilidad de realizar los deseos. (Freud).
El análisis de la fantasía y la actividad creadora permite explicar la vinculación existente entre la realidad, el pensamiento simbólico y aquellas actividades como el arte, la literatura, la música. La imaginación como proceso psicológico se haya en el trasfondo de toda actividad intelectual de alto rigor formal o en aquellas consideradas más informales. No sólo los sueños, la creación de ficciones, el juego simbólico, mitos y leyendas se pueden considerar como los productos por excelencia de la imaginación.
La fantasía construye nuevos mundos o realidades con los materiales que han tomado del mundo real. En este proceso, se detectan nuevos grados de combinaciones, nuevos entes que han surgido de la comparación, del análisis y de la transformación de cualidades. Asimismo de la relación entre el pescado y una mujer podemos dar origen a una sirena; de una serpiente y una águila, a un dragón. Cuanto más rica es la experiencia que se tiene mayor es la profundidad de los productos fantasiosos.

¿Que se descubre en la adolescencia?

La actividad de la imaginación creadora resulta ser muy complicada y dependiente de toda una serie de los más diversos factores. De aquí se desprende claramente por qué esta actividad no puede ser idéntica en el niño y en el joven ya que todos estos factores adoptan aspectos distintos en las diferentes épocas de la infancia. Por ello, en cada período de desarrollo infantil, la imaginación creadora actúa de modo singular, concordante con el peldaño de desarrollo en que se encuentra el niño. Ya advertimos que la imaginación depende de la experiencia y la experiencia del niño se va acumulando y aumentando paulatinamente con profundas peculiaridades que la diferencian de la experiencia de los adultos. La actitud hacia el medio ambiente que con su sencillez y complejidad, con sus tradiciones y con sus influencias estimula y dirige el proceso creador, es también muy distinta en el niño. Son diferentes también los intereses del niño y del adulto y por todo ello se desprende que la imaginación del niño funciona de modo distinto que la del adulto.
Los frutos de la verdadera imaginación creadora en todas las esferas de la actividad creadora pertenecen sólo a la fantasía ya madura. Conforme se acerca la madurez comienza a madurar también la imaginación y, en la edad de transición, en los adolescentes a partir del despertar sexual, se unen el pujante impulso de la imaginación con los primeros embriones de madurez de la fantasía. Más adelante, los autores que han escrito acerca de la imaginación, aluden al estrecho vínculo entre el despertar y maduración sexual y el desarrollo de la imaginación. Se puede comprender este enlace si se tiene en cuenta que por entonces el adolescente asimila y resume un gran caudal de experiencia, se perfilan los así llamados intereses permanentes, se apagan rápidamente los intereses infantiles y, en relación con la madurez general, adquiere también forma definitiva la actividad de su imaginación